Odin y Mimer (Nórdica)
En el “canto de Vegtam”, se nos cuenta cómo Odín fue a
ver a Hel, la profetisa, para pedirle que le mostrara la suerte de su hijo
Balder, pidiendo también consejo a los manantiales. Algunos mitos hablan de que
Odín deja su ojo en prenda a Mimer, otros relatan su conversación con la
cabeza de Mimer.
El nuevo Edda, tras haber dicho que la fuente de Mimer
estaba situada bajo la raíz del árbol del mundo, Yggdrasil, que se extiende
hacia Jotunheim, añade que la sabiduría y el espíritu están allí ocultos y que
Odín un día fue a ver a Mimer y le pidió que le dejase beber del agua de la
fuente. Consiguió beber, pero tuvo que dejar uno de sus ojos en prenda.
Uno de los conocimientos que Odín consiguió fue la
certeza de la llegada del Ragnarok, así la angustia de Frigg por la muerte de
Balder en Odín se convirtió en resignación, era el conocimiento del regreso
del mundo de los muertos de su hijo cuando el mundo de los asios hubiese tocado
a su fin.
Con el ojo de Odín, el sol, se medía el ocaso y la
aurora, cuando anochecía se hundía en el océano para buscar los secretos del
abismo, y cuando el alba coloreaba el firmamento, la fuente de Mimer adquiría
unos tintes dorados.
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