Fergus y el caballo de río (Celta)
Fergus
fue uno de los reyes míticos de Irlanda, su mayor pasión consistía en explorar
los lagos y los ríos de su tierra. Cierto día, mientras paseaba por las orillas
del lago Rury, apareció el Muirdris, un caballo de río de características
monstruosas, del que apenas pudo escapar. Por este motivo, la cara del rey
quedó desfigurada como muestra del terror al que había sido sometido, como era
muy querido por sus subditos, todos en palacio decidieron esconder los espejos
para que el rey no fuera consciente de su defecto.
Sin
embargo un día, Fergus enfurecido golpeó a una esclava, a lo que ella,
indignada, le gritó que antes de andar maltratando a las mujeres fuera a buscar
venganza sobre el monstruo que le había dejado así.
El
rey ordenó que le trajeran un espejo cuando contempló su faz cogió sus zapatos
mágicos, tomó su espada y se marchó hacia el lago Rury. En cuanto llegó a la
orilla se sumergió en el agua, permaneciendo durante un día y una noche bajo
las olas escondido, de pronto el agua del lago comenzó a hervir y se tiñó de
rojo, tras mucho rato sus subditos le vieron emerger de las aguas con la cabeza
del Muirdris en sus manos.
El
asombro de los presentes era indescriptible, ya que mientras sujetaba la
cabeza, el defecto había desaparecido de su cara. Cuando llegó a la orilla,
sólo tuvo tiempo de depositar allí su trofeo antes de que se produjera su muerte
por agotamiento.
Comentarios
Publicar un comentario