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Mostrando entradas de febrero, 2018

Eneas (Griega)

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Eneas era hijo de Afrodita (Venus) y el mortal Anquises. El papel de Eneas en la mitología griega es bastante modesto, si bien para los romanos su significado no tie­ne comparación. Después de la destrucción de su ciudad, Troya, a manos de los griegos, Eneas viajó a Italia, donde fundó el reino a partir del cual emergería Roma. Fue precisamente a Eneas al que el gran poeta romano, Virgilio, le dedicó su famoso poema épico, la Eneida, inspirada en la obra de Homero. El padre de Eneas, Anquises, descendía de Tros, rey de Troya, del cual la ciudad si­tuada en Asia Menor recibía su nombre y por lo que pasó a ser miembro de la familia real troyana. Anquises no pudo participar en la Guerra de Troya, ya que comenzó cuando él ya era muy mayor, además de que Zeus le había dejado impedido de una pierna después de haber ido presumiendo de su relación con Afrodita, de la cual na­ció Eneas. Durante la Guerra de Troya, Eneas fue, después de Héctor, el gran héroe de las tropas troyanas, si bien

Electra (Griega)

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Electra era hija del rey Agamenón de Micenas y de su esposa Clitemnestra, y hermana de Ingenia, Crisotemis y Orestes. Su nombre significa «ámbar» en griego, o quizá «chispa» (electron), pues la electricidad estática se consigue frotando el ámbar. Agamenón fue asesinado por su esposa y Egisto, su amante, después de regresar de Troya. Los asesinos también quisieron acabar con el joven heredero Orestes, pero Electra le facilitó la huida a Focis, aunque según otra versión Orestes ya había huido a Focis antes del asesinato de su padre. Electra permaneció en Micenas y cuando Orestes regresó con su primo y amigo Pilades, le aconsejó vengarse de su madre y Egisto mientras visitaban la tumba de su padre. Electra presenció el acto de venganza final. La historia de Electra ha inspirado a muchos dramaturgos griegos como Sófocles (496-406 a.C), que escribió la tragedia Electra, y Eurípides (480-406 a.C), con otra obra del mismo título con los acontecimientos vistos desde otro ángulo. En la

Egeo (Griega)

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Egeo era el hijo mayor de Padión. rey de Atenas y padre del gran héroe Teseo. Egeo recibió como herencia todo el dominio sobre Atenas, pese a que había prometido compartir su gobierno de la ciudad-estado con sus dos hermanos. Después de dos matrimonios, Egeo todavía no había tenido hijos. Cuando consultó al oráculo de Delfos sobre ello, la respuesta que recibió fue un tanto ambigua. Sólo cuando regresase a Atenas -le dijeron- podría abrir sus odres. Confuso, le repitió estas misteriosas palabras a su amigo, el rey Piteo de Troizen. Piteo, que sabía que c) oráculo había profetizado el nacimiento de un gran héroe, vio de inmediato la conexión que podría utilizar en su propio beneficio. Emborrachó a Egeo y le dejó dormir con su hija Etra, de manera que el futuro héroe fuese de su propia sangre. Pero cuando Egeo se dio cuenta de lo que había ocurrido, depositó su espada y un par de sandalias sobre una roca de gran tamaño. A continuación le dijo a Etra que sólo si su hijo aparecía por A

Eco y Narciso (Griega)

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Eco es una de las ninfas del bosque, y es la que da origen al sonido que conocemos como eco. Eco es protagonista de varias leyendas. Por ejemplo, existe una en la que aparece como la amada de Pan (dios de pastores y rebaños), pero ella no corresponde a ese amor sino que sufre por el desprecio de un fauno al que ama de verdad. Pan, movido por los celos decide vengarse, y hace que ella se desgarre por unos pastores. Su llanto se relaciona con el eco. La diosa Hera había castigado a Eco, y le impedía hablar. La ninfa solo podía repetir la última palabra que pronunciara su interlucotor. Esto se debió a que Eco cubría a Zeus sus infelidades hacia Hera, y la entretenía con elocuentes conversaciones, mientras el dios de dioses se divertía con sus amantes. En la versión más conocida del mito de Eco, ella se enamora perdidamente de Narciso de quien el adivino Tiresias predijo, en su nacimiento, que tendría un larga vida si no se contemplaba a sí mismo. Este joven era muy hermoso pero de

Éaco (Griega)

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El dios-río Asopo tenía veinte encantadoras hijas, de las cua­les la más hermosa se llamaba Egina. Un día en que Zeus vio a la agraciada ninfa, despertóse en él un amor arrebatador por ella. Tomando la figura de águila bajó a la Tierra y la raptó, conduciéndola por los aires a la isla que, llamada hasta enton­ces Enone, debía cambiar después su nombre por el de la robada Egina. Asopo anduvo buscando a su hija por todas partes y llegó finalmente a Corinto, donde el astuto Sísifo le reveló que el raptor era Zeus. El dios, sin embargo, envió un rayo contra su perseguidor y volvióle así a su cauce ordinario. Ello explica que, todavía hoy, se encuentre carbón en el fondo del río Asopo. El hijo nacido de Zeus y Egina se llamó Éaco y fue muy amado de los dioses; pues nunca se dio un hombre más piadoso, prudente y justo. Reinó en la isla como un soberano bondadoso e indulgente, querido y venerado de todos. Una vez, Grecia sufrió una intensa sequía, de larga duración; toda la Hélade suspira

Las Dríades y las Oréades (Griega)

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Las DRÍADES eran ninfas o diosas que cuidaban de los árboles y los bosques; su nombre viene de drys que en griego significa roble. Se clasifican en Dríades propiamente dichas y en Hama-dríades; estas últimas viven incorporadas al árbol y con él identificadas; con él nacen y mueren. El hacha que corta el tronco hiere a la Hamadríade y la hace sufrir; las Dríades, al contrario, son inmortales y viven desligadas del árbol por ellas protegido. Durante el día y sobre todo por la noche forman alrededor de los troncos una ligera danza a la que frecuentemente vienen a juntarse los Sátiros de pies de cabra. Esta fábula de las Dríades fue sin duda inventada para impedir que los pueblos destruyeran imprudentemente los bosques. Entre los romanos, ningún propietario podía cortar un árbol si antes los ministros de la religión no declaraban que las ninfas lo habían abandonado. Se llamában ORÉADES, las ninfas de las montañas. Formaban el cortejo de Diana, a la cual acompañaban en sus paseos y

Los Dioscuros (Griega)

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Los Dioscuros o «hijos de Zeus», también conocidos como «los gemelos celestiales», eran Castor y Polideuces, este último tambien llamado Pólux en Roma. Los dos eran hijos de Leda, esposa del rey Tindareo de Esparta. Sus hermanas eran Helena y Clitemnestra. Pese a que Homero creía que los cuatro hijos de Leda eran mortales, una tradición más tardía señala que Polideuces y Helena fueron concebidos por Zeus cuando el dios supremo visitó a Leda en forma de cisne (ver Leda). Castor y Clitemnestra, por otro lado, eran hijos de Tindareo, por lo que sólo los anteriores eran inmortales. Pero aún hay otra tradición que dice que Leda puso tres huevos tras su encuentro con el cisne y en ellos se incubaron sus hijos mortales y sus hijos inmortales. Los Dioscuros, que eran patrones de los marineros, eran especialmente honrados en Esparta, donde nacieron, y en Roma, ciudades ambas con una tradición guerrera probada. Los romanos creían que estos héroes inseparables habían ayudado en tiempos histór

Diomedes (Griega)

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Hay dos caracteres en la mitología griega con este nombre. El primero era hijo de Ares y mantenía a cuatro caballos devoradores de hombres, que tuvieron que ser atrapados por Heracles en uno de sus Doce Trabajos (ver Heracles, Octavo Trabajo). El segundo Diomedes era hijo de Tydeus (Tideo) y de Deipyle. Fue rey de Argos y uno de los héroes griegos más temidos de la Guerra de Troya. Llevaba la batalla en la sangre. Su padre, aliado de Polinices, hijo de Edipo, había caído en la batalla ante la ciudad de Tebas. Más tarde, Diomedes y sus otros hijos de los «siete» que habían sitiado Tebas, concentraron sus fuerzas contra la ciudad. Estos hijos, los Epígonos, fueron mejores que sus padres en la batalla e hicieron huir a los tebanos antes de derribar los muros de la ciudad. Diomedes fue después uno de los numerosos monarcas griegos que pretendieron la mano de Helena. Al igual que los demás y a petición de Odiseo, juró a Menelao, el elegido para casarse con ella, que le asistiría en caso

Dido (Griega)

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Dido, la legendaria reina norteafricana de la ciudad de Cartago, era hija de Mutto, rey de la ciudad fenicia de Tira. Su significado mitológico se debe a su trágico amor con Eneas, quien después de huir de Troya pasó un tiempo con ella en el norte de África. Dido tuvo que huir de su tierra después de que su hermano Pigmalión matase a su marido. Con su hermana Ana y un grupo de leales acampó en la actual Túnez, en la costa del norte de África. Iarbas (Jarbas), un rey local, estaba dispuesto a venderle un trozo de tierra a condición de que no fuese más grande que la piel de un toro. La astuta Dido cortó en­tonces la piel de un toro en pequeñas tiras y demarcó el lugar sobre el que quería fundar la ciudad de Cartago. Cuando la ciudad se hallaba en construcción llegó Eneas. Su barco se había alejado de su ruta debido a una tormenta sobre la costa de Italia. El apasionado ro­mance que surgió entre ellos durante una cacería interrumpida por una tormenta que les obligó a refugiarse en

Deucalión y Pirra (Griega)

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Cuando habitaba sobre la tierra la humana generación de bronce, Zeus, el soberano de los mundos, a cuyos oídos habían llegado malos rumores de sus crímenes, resolvió recorrer la Tierra bajo figura de persona humana. En todas partes, sin embargo, encontró que la verdad dejaba pequeño al rumor. Un atardecer, cuando ya el crepúsculo cedía el paso a la noche, entró en la mansión inhóspita del rey de Arcadia Licaon, famoso por su ferocidad. Realizó varios prodigios para dar a entender que llegaba un dios y la multitud se hincó de rodillas ante él; pero Licaon se burló de aquellas plegarias piadosas. «¡ Ya veremos —dijo— si es un mortal o un dios!», y resolvió en lo íntimo de su corazón dar muerte inesperada al huésped a media noche, mien­tras estuviese sumido en el sueño. Antes, sin embargo, sacrificó a un desdichado que le enviara como rehén el pueblo de los molosos, coció sus miembros aun palpitantes en agua hirviente o los asó al fuego y los sirvió para cena a la mesa del forastero. Ze

Démeter (Griega)

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Deméter era uno de los 12 habitantes del Olimpo junto a Zeus. Era hija de Cronos y Rea, y hermana de Zeus, Poseidón, Hades, Hera y Hestia. Como diosa de la tierra, la agricultura y los cereales, era una de las diosas griegas más importantes. Podría también ser considerada una de las múltiples variantes de la diosa madre que se adoraba desde los primeros pasos de la humanidad. Existen estatuas prehistóricas de la Edad de Piedra fechadas alrededor de 20000 a.C. en Europa y Oriente Medio como muestra de adoración de la fertilidad. Deméter se relaciona también con la diosa egipcia Isis, la fenicia Astarté y la mesopotámica Ishtar. Hay varias diosas con rasgos primitivos en la mitología griega, además de Deméter, que son Afrodita y en menor grado Artemisa y Atenea. La frigia Cibeles, que más tarde fue adorada en Roma como la «Gran Madre», podría pertenecer a esta lista. Hay aspectos del culto se estas diosas que han perdurado en la adoración de la virgen María. El culto de Deméter con

Dédalo (Griega)

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Dédalo fue un brillante inventor, técnico, arquitecto y artista ateniense. Hay muchas versiones sobre su linaje, pero probable­mente se tratase de un miembro de la familia real de su ciudad de nacimiento. Sócrates (469-399 a.C.) llegó a afirmar que era descendiente de Dédalo. Su sobrino Talos (o Pérdix) fue a la vez su aprendiz y parece que fue más inteligente y mañoso que su maestro. Inspirado en un pez con una aleta recortada, inventó la sierra. También creó el primer compás y la primera rueda de alfarero. Dédalo tenía tanta envidia que expulsó a Pérdix de la Acrópolis, pero Atenea salvó al muchacho convirtiéndole en una perdiz. Dédalo debió salir de Atenas por su crimen, asentándose en Creta, donde hizo di­versos trabajos para el rey Minos. Para su esposa Pasifae construyó una vaca hueca de madera para permitir que el toro blanco del que se había enamorado pudiera dejarla embarazada. Esta relación tan extraña dio como resultado el nacimiento del peligroso Minotauro, mitad homb

Las Danaides (Griega)

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El dios del mar, Poseidón, tuvo con la ninfa Libia dos hijos. Uno fue Agenor, quien se trasladó a Siria. Su hermano Belo vivió en el país del Nilo, desde donde gobernó a los países africanos. Belo se unió a Anquínoe, hija del dios Nilo, y con ella tuvo a dos hijos gemelos, a quienes llamó Dánao y Egipto. Egipto recibió el reino de Arabia y Dánao el de Libia. Sin embargo, Egipto reclamó el fértil valle del Nilo y le dió a este país su propio nombre. Egipto tuvo cincuenta hijos de diversas mujeres, mientras que Dánao tuvo cincuenta hijas, que fueron llamadas las Danaides. Hubo disputas entre los dos hermanos, y Dánao, temeroso del poder de Egipto y por consejo de Atenea, construyó un barco de cincuenta remos y huyó de África, refugiándose en Argos. Ahí, sus hijas edificaron un templo a Atenea. En Argos reinaba Gelanor, a quien Dánao reclamó el trono. Gelanor se resistió, pero durante la discusión un lobo salió del bosque cercano y se arrojó contra un rebaño que pasaba frente a la

Dánae (Griega)

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Los padres de Dánae son el rey de Argos Acrisio y Eurídice. Acrisio recibió un oráculo en el que se le anunciaba que el hijo de su hija lo mataría. Para evadir el oráculo, Acrisio decidió encerrar a su hija en una cámara subterránea de bronce con una guardia constante. Sin embargo, el oráculo debía cumplirse y Dánae quedó embarazada. Hay versiones que dicen que Zeus llegó a la cámara en forma de lluvia de oro y sedujo a Dánae. Otras versiones apuntan que fue el tío de la joven Preto. Cuando Acrisio supo lo que había ocurrido, se negó a creer la historia de origen divino, por lo que decidió encerrar a Dánae con el bebé en un cofre y lanzarlos al mar. Pero Zeus los protegió y llegaron a salvo a la isla de Séfiros. Dictis, el hermano del tirano Polidectes le dio refugio a la joven madre y a su hijo. Polidectes se enamoró de Dánae y por eso quizo alejar a Perseo, por lo que lo envió en busca de la cabeza de Medusa. Mientras Perseo andaba cumpliendo con sus hazañas, Polidectes inte

Dafnis (Griega)

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Dafnis era un pastor siciliano cuyo padre pudiera haber sido el dios Hermes. Dafnis creció entre ninfas en los bosques de las montañas de Sicilia. Se le considera el fundador de la poesía pastoril, género poético en el que se resalta la belleza de la naturaleza y los pastores juegan un papel principal. Dafnis era protegido de Apolo, de Artemisa, y de Pan, que le ofreció su flauta. El árido paisaje siciliano en el que Dafnis vivió entre las ninfas. Dafnis fue considerado el creador de la novela pastoril. Según Ovidio, Dafnis fue víctima de una historia de amor trágica, al convertirse en piedra por la intervención de una ninfa celosa de la mujer a la que Dafnis había entregado su amor. Hay diversas versiones de la historia de Dafnis y sus amores con las ninfas y las mortales. Virgilio le dedicó un poema a su muerte en el que el joven aparece como si fuese Dioniso en un carro tirado por tigres mientras enseñaba a la gente a ha­cer el thyrsus. En el poema, animales, humanos, ninfas y

Cronos (Griega)

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El titán Cronos era hijo de Urano, dios del cielo, y de Gaya, diosa de la tierra. Urano fue cruel con su esposa, sus hijos, los titanes, los 100 gigantes armados y los cíclopes. A éstos los mantuvo prisioneros en el cuerpo de su madre, encerrados en lo más profundo de la tierra para que no viesen la luz. Gaya sufrió dolores terribles como consecuencia de esto. Con la ayuda de una hoz que le había dado su madre, Cronos castró a su padre y se hizo con el control del universo. Se casó con su hermana Rhea (Rea) y pronto se convirtió en un tirano como su padre. Volvió a encerrar a los cíclopes y devoró a sus propios hijos al nacer, ya que le habían anunciado que uno de ellos le destronaría. Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón sufrieron este martirio. Cuando Rea dio a luz a Zeus, el más pequeño de todos, le dio a su marido una piedra envuelta en sábanas y dejó que la ninfa -o la cabra- Amaltea alimentase a Zeus en Creta. Cuando el dios se convirtió en un adulto, hizo que Cronos vomitase

Creón (Griega)

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Creón era hijo de Menoeceus (Meneceo) y descendiente de los hombres que brotaron de los dientes de dragón sembrados por Cadmo, fundador de Tebas. Creón era hermano de Yocasta, esposa del rey Laio de Tebas. Cuando el rey fue asesinado a las afueras de la ciudad por su propio hijo Edipo, que había sido abando­nado al nacer y no reconocía a su padre, Creón se convirtió en rey. Mientras tanto, el monstruo, la Esfinge, desencadenó una plaga y acabó con la vida de todo aquel que no supiese resolver el acertijo que le planteaba. Creón ofreció a Yocasta junto al trono a la persona que supiese enfrentar­se a la Esfinge. Edipo resolvió el acertijo y se convirtió en rey de Tebas, casándose con Yocasta y teniendo un hijo de ella. Tiempo después, cuando Tebas fue sacudida por una epidemia causada por la Plaga, el vidente Tiresias le reveló a Yocasta que era la madre de Edipo y que él había matado a su propio padre. Edipo, atónito, se sacó los ojos y huyó de Tebas, mientras Yocasta se ahorcó y Cr

Cloris (Griega)

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La mitología griega tiene dos figuras con el nombre de Cloris. La primera es la hija más joven de Níobe, la madre que había insultado a la diosa Leto y fue forzada a ver cómo sus hijos morían a manos de Apolo y Artemisa. Según algunas fuentes, Cloris sobrevivió a este terrible acto de venganza (ver Apolo y Níobe). La segunda Cloris tuvo un papel más agradable, pues era la diosa de la primavera y de las flores. No era muy conocida en el panteón griego, pero los romanos la honra­ron con el nombre de Flora. Cada año, a finales de abril, la gente celebraba los Juegos Florales en su honor. Durante esta festividad, que duraba seis días, los romanos se adornaban con flores y su carácter se volvía eufórico y exuberante.

Clitemnestra (Griega)

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Mujer de Agamenón, hija de Tíndaro, rey de Esparta, y su esposa Leda, hermana de Helena, Castor y Polux, según algunas tradiciones la único mortal de los cuatro hermanos. En un principio fue entregada en matrimonio a Tántalo con el que tuvo un hijo, pero el rey micénico Agamenón se había fijado en ella y no tuvo ningún reparo en asesinar al rey Tántalo y al hijo de ambos para poder casarse con ella. Con Agamenón tuvo cuatro hijos: Ifigenia, Electra, Orestes y Crisotemis. Cuando la expedición griega que se dirigía a Troya, comenzó su viaje, una calma absoluta llegó sobre toda Grecia, esta ausencia de vientos impedía la marcha de los barcos helenos. Ante este impedimento, Melenao decidió consultar con el oráculo de Delfos, el cual declaró que el único modo de conseguir la aquiescencia de los dioses era sacrificando a la primogénita del rey Agamenón. Este en principio se resistió, pero al final terminó cediendo a los ruegos de sus compañeros de batalla. Clitemnestra no perdonó es

Circe (Griega)

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  Circe es muy conocida por la participación que tiene en el desarrollo de la famosa épica de Homero, la Odisea, pero también tiene un papel en las leyendas de los Argonautas. Su padre es Helios (el sol), y su madre es Perseis, en algunas tradiciones, aunque en otras su madre es Hécate. Es hermana de Eetes -rey de Cólquide y guardían del Vellocino de Oro- y por lo tanto es tía de Medea. También es hermana de Pasífae, esposa de Minos. Su vivienda está en la isla de Ea, la cual aparentemente corresponde hoy a la península llamada monte Circeo. Circe es considerada una maga muy poderosa. Odiseo (Ulises, en la tradición latina) llega a esta isla de Circe, después de estar en el país de los lestrigones. La mitad de sus hombres son enviados a hacer un reconocimiento de la isla, al mando de Euríloco. Todos se adentran en la isla, y llegan a un valle, donde hay un palacio brillante. Todos entran, excepto Euríloco quien prefiere quedarse montando guardia. Circe -que es la dueña del pal

Los Cíclopes (Griega)

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Los cíclopes eran gigantes con un solo ojo en mitad de la frente. Los primeros cíclopes eran hijos de Urano y Gaya, dioses del cielo y de la tierra respectivamente. Quedaron encerrados en el cuerpo de su madre debido al miedo que su padre tenía de que le pudiesen destronar. Después de que el titán Cronos le arrebatase el trono a su padre Urano, fueron liberados durante un tiempo, pero pronto volvieron a ser encerrados en el Tártaro, la parte más desoladora del Averno. Zeus, hijo de Cronos, los liberó para siempre, pues él y sus hermanos necesitaban su ayuda para controlar el universo en la batalla de los titanes frente a Cronos y otros titanes. Gracias en parte a los cíclopes, Zeus y sus hermanos consiguieron ganar. Los cíclopes, en agradecimiento por su liberación, le forjaron a Zeus sus rayos, a Poseidón su tridente y a Hades el casco que le hacía invisible. La imagen de los cíclopes como hábiles artesanos que ayudaban a Hefesto permaneció durante toda la Antigüedad. Horacio, poeta