Mirra (Griega)
Mirra
era una bella joven hija de Tías, o bien Cíniras. Su padre, o tal vez ella, se
habían jactado de su hermosura, defendiendo que era mayor que la de la propia
Afrodita, diosa de la Belleza. Enojada ésta por tales afirmaciones, provocó en
el corazón de Mirra un amor loco por su padre, y logró que Mirra, ayudada por
su criada que había emborrachado a su padre, se uniera a él carnalmente durante
once noches.
En
la velada duodécima Tías descubrió el engaño y que su hija estaba embarazada y
trató de matar a Mirra pero no lo consiguió por estar ebrio. Esta, consiguió
huir pero temiendo aún el peligro de la persecución de su padre, pidió ayuda a
los dioses, que la convirtieron en el árbol de la mirra. Al cabo de diez meses
desde que esa conversión ocurriera, un jabalí golpeó el árbol y, abriéndose su
tronco, nació Adonis, de quien se ocupó Afrodita.
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