Las Horas (Griega)
Existen
diferentes leyendas acerca de las Horas, algunas de las cuales son
contradictorias. Se las considera hijas de Zeus y de Temis, la diosa de la
Justicia divina, y personificaban tres estaciones del año, aunque luego pasaron
ejercer este mismo papel pero en relación con las horas del día. Existen
versiones que afirman que también representaban las diferentes temperaturas.
Las
Horas en su conjunto desarrollaban labores menores relacionadas en cierta
medida con la fecundidad y la fertilidad, pero también tuvieron otras funciones
como enganchar los caballos al carro del Sol, criar a Hera cuando era una niña,
acompañar a Afrodita cuando apareció en el mar, pasear en el séquito de
Dionisio, Pan o Perséfone y, sobre todo, disipar o reunir las nubes situadas en
el Olimpo y custodiar su entrada.
Las
Horas eran tres: Irene, la paz; Diké, la justicia; y Eunomía, el orden. Sin
embargo, los atenienses las llamaron, en un primer momento de la historia:
Talo, tallo; Auxo, que referido a una raíz significa «crecer»; y Carpo, fruto,
denominaciones muy relacionadas con la fertilidad.
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