Fortuna (Griega)
Fortuna
estaba considerada entre los romanos como la diosa que controlaba el destino de
los hombres, y por tanto también la buena suerte y el infortunio. A pesar de
que su papel en la mitología clásica no es de los más significativos, era muy
honrada por las clases menos acomodadas, ya que podía determinar el éxito de la
gente en la vida y el sufrimiento de alguna desgracia. Muchos templos romanos
eran sagrados para ella y allí se la invocaba. En Praeneste, lo que hoy día es
Palestrina, a unos 50 km al este de Roma, había un santuario dedicado a la
diosa construido en el siglo II a.C. La gente podía consultar el oráculo que
había allí para poder determinar su futuro. Fortuna ha sido casi siempre
representada con una venda en los ojos para simbolizar su forma de actuar
indiscriminada. En muchos cuadros, los objetos que la rodean señalan esta
arbitrariedad, ese carácter caprichoso que tienen, por ejemplo, la bola y la
rueda («La rueda de Fortuna»). La cornucopia o «cuerno de la abundancia» es
otro de sus atributos característicos, ya que podía ofrecer grandes riquezas a
aquellos que eligiese como sus protegidos.
Comentarios
Publicar un comentario