Creón (Griega)
Creón
era hijo de Menoeceus (Meneceo) y descendiente de los hombres que brotaron de
los dientes de dragón sembrados por Cadmo, fundador de Tebas.
Creón
era hermano de Yocasta, esposa del rey Laio de Tebas. Cuando el rey fue
asesinado a las afueras de la ciudad por su propio hijo Edipo, que había sido
abandonado al nacer y no reconocía a su padre, Creón se convirtió en rey.
Mientras tanto, el monstruo, la Esfinge, desencadenó una plaga y acabó con la
vida de todo aquel que no supiese resolver el acertijo que le planteaba. Creón
ofreció a Yocasta junto al trono a la persona que supiese enfrentarse a la
Esfinge. Edipo resolvió el acertijo y se convirtió en rey de Tebas, casándose
con Yocasta y teniendo un hijo de ella. Tiempo después, cuando Tebas fue
sacudida por una epidemia causada por la Plaga, el vidente Tiresias le reveló a
Yocasta que era la madre de Edipo y que él había matado a su propio padre.
Edipo, atónito, se sacó los ojos y huyó de Tebas, mientras Yocasta se ahorcó y
Creón accedió al trono de nuevo.
Los
hijos de Edipo, Eteocles y Polinices, reinaron después y mantuvieron una
disputa por el poder. Creón se puso del lado de Eteocles y, después del duelo
fraticida, tuvo que reinar una vez más. Decidió enterrar a su favorito según la
tradición, pero Polinices quedó sin enterrar junto al muro de la ciudad, lo
cual era una terrible afrenta en el mundo griego. Antígona, hermana de Eteocles
que había apoyado a su atormentado padre, no pudo resistir la situación y, pese
a la explícita prohibición de Creón, arrojó un puñado de tierra sobre Polinices
como símbolo de su enterramiento. Creón no se atrevió a condenarla a muerte y
la encerró en una cueva. Tiresias, el vidente, le indicó a Creón que debía
enterrar a los muertos y liberar a los vivos si quería seguir viendo la luz del
día. El rey siguió el consejo, pero cuando retiraron la roca que cubría la
cueva descubrieron que Antígona se había ahorcado. Haemón, hijo de Creón y
prometido de Antígona, que había suplicado a su padre por su liberación, le
maldijo y se suicidó, como también lo hizo su esposa. Creón hizo entonces de
regente hasta que el hijo menor de Eteocles pudiese reinar.
Algún
tiempo antes, Anfitrión, el marido de Alcmene, había expurgado sus pecados
durante su estancia con Creón en Tebas después de haber matado a su padre
accidentalmente. De este modo nació Heracles en Tebas, tras la concepción que
tuvo lugar entre Zeus y Alcmene. Heracles se casaría después con Megara, hija
de Creón, a la que asesinó en un ataque de locura provocado por Hera. Creón fue
finalmente asesinado por Lico cuando éste invadió Tebas. Según otra versión,
Lico fue asesinado por Teseo, con el que había estado enfrentado anteriormente
cuando Teseo había ofrecido refugio a Edipo.
Hay
distintas versiones de la historia de Creón, a las que se alude en las grandes
tragedias atenienses. También existe otro Creón en la mitología griega, el rey
de Corinto que recibió a Jasón y a Medea tras su huida desde el hogar del
primero en Jolco. Este Creón encontró la muerte tras ofrecer a Jason a su hija
Glauce en matrimonio. La celosa Medea le ofreció una túnica de boda hechizada,
que la hizo arder cuando se la puso. Creón trató de salvar a su hija, pero
pereció en el intento.
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