Atreo (Griega)
Atreo
era uno de los hijos de Pelops e Hipodamia. Era rey de la poderosa cuidad de
Micenas y padre de Agamenón, comandante en jefe de las tropas griegas en Troya,
y Menelao. La familia de Pelops y Atreo sufrió el maleficio de Myrtilus
(Mirtilo), uno de los hijos del dios Hermes, cuando fue traicionado y herido
por Pelops. Esto llevó a un cruento ciclo de sanguinarias venganzas que terminó
con el juicio de Orestes, nieto de Atreo, en Atenas.
Atreo
y su hermano Tiestes mataron a su hermanastro Crísipo y tuvieron que exiliarse
en Elis, desde Pisa, por orden de Pelops. Consecuentemente, su esposa Europa,
que se había enamorado de su cuñado Tiestes y le había ayudado a convertirse en
rey de Midea con malas artes, traicionó a Atreo. Gracias a la ayuda de Hermes, Atreo
pudo derrotar a Tiestes de nuevo con otras argucias para recuperar su reino. Su
hermano tuvo que exiliarse, pero no pudo evitar lamentarse por la ligereza del
castigo cuando descubrió cómo le había engañado con Europa.
Fue
entonces cuando Atreo acabó con los tres hijos de Tiestes e invitó a su hermano
a un banquete de reconciliación.
Durante
la comida le sirvió los cuerpos de sus tres hijos y, cuando Tiestes había
terminado de comer le mostró las manos y los pies de los pequeños para que se
diese cuenta de lo que había hecho. Más adelante Tiestes concibió otro hijo con
su propia hija, la cual. según el oráculo, debía vengarse por la atrocidad
cometida por Atreo. A través de una milagrosa serie de circunstancias, este
hijo, Egisto, tuvo que ser educado en el hogar de Atreo. Después de que sus
hijos, Agamenón y Menelao hubiesen capturado a Tiestes, Egisto se dio cuenta de
lo que ocurría en el seno de su familia y cómo había llegado a este mundo, a
consecuencia de lo cual puso fin a la vida de Atreo.
Egisto
se convirtió en el amante de Clitemnestra, la esposa de Agamenón. Los amantes
mataron al comandante griego que fue vengado por su hijo Orestes. Sólo cuando
éste fue condenado en Atenas por los asesinatos cometidos, desapareció la
maldición que había perseguido a toda la familia.
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