Osiris (Egipcia)
La joven y bella diosa del cielo, Nut, se enamoró de Geb,
dios de la tierra.
Ra, dios del sol y padre de Nut, no podía aprobar ese
matrimonio, porque un adivino le había dicho que el niño nacido de esa unión gobernaría
la humanidad.
Ra, elevó una maldición sobre Nut diciendole: Nut, te
prohíbo que tengas un niño con Geb en el término de un año de 360 días. No lo
tendrás ni de día ni de noche.
Nut, desesperada, corrió a pedirle ayuda a su amigo Thot que
era muy astuto. Thot sabía que un mandato del jefe de todos los dioses no podía
desobedecerse, pero tramó un plan para ayudar a Nut.
Thot se reunió con Selene, la diosa de la luna, con la
excusa de jugar a las cartas. Ambos apostaron fuertemente, pero Selene apostó
un poco de su luz. La decimoséptima parte de sus iluminaciones, y las perdió.
Por esa razón la luz de la luna es más débil en ciertos
periodos no pudiendo competir con la luz del sol.
Con la luz que Thot le ganó a Selene, creó cinco días más
que agregó al año, que por entonces, solo tenía trescientos sesenta días. Esos
cinco días no pertenecían a ningún mes y tampoco a ningún año.
Nut, mediante ese ardid y sin desobedecer a su padre, pudo
tener a sus hijos durante esos días.
El primer día tuvo a Osiris, el segundo, a Horus, el tercero
a Set, el cuarto a Isis y el quinto a Neftis.
Cuenta la leyenda que cuando nació Osiris, se escuchó una
voz que desde el cielo proclamaba: ¡Ha nacido el señor de toda la tierra!
Comentarios
Publicar un comentario