Luminarias (Africana)
De entre las numerosas leyendas del continente africano
sobresale la de los negros de Senegal, puesto que acaso sean los únicos que
tienen una cosmología digna de tal nombre.
Sus fábulas muestran que las dos luminarias, es decir, tanto
el Sol como la Luna, estaban ya consideradas como superiores a los demás
astros. El mito cosmogónico pretende establecer las diferencias de ambos
cuerpos astrales, y se propone explicar -de una manera muy simple, aunque
cargada de connotaciones míticas y emblemáticas- las grandes diferencias entre
la Luna y el Sol. El brillo,el calor y la luz que se desprenden del astro-rey
impiden que seamos capaces de mirarlo fijamente. En cambio, a la Luna podemos
contemplarla con insistencia sin que nuestros ojos sufran daño alguno. Ello es
así porque, en cierta ocasión, estaban bañándose desnudas las madres de ambas
luminarias. Mientras el Sol mantuvo una actitud cargada de pudor, y no dirigió
su mirada ni un instante hacia la desnudez de su progenitura, la Luna, en
cambio, no tuvo reparos en observar la desnudez de su antecesora. Después de
salir del baño, le fue dicho al Sol: “Hijo mío, siempre me has respetado y
deseo que la única, y poderosa deidad, te bendiga por ello. Tus ojos se
apartaron de mí mientras me bañaba desnuda y, por ello, quiero que desde ahora,
ningún ser vivo pueda mirarte a ti sin que su vista quede dañada”.
Y a la Luna le fue dicho: “Hija mía, tú no me has respetado
mientras me bañaba. Me has mirado fijamente, como si fuera un objeto brillante
y, por ello, yo quiero que, a partir de ahora, todos los seres vivos puedan
mirarte a ti sin que su vista que dañada ni se cansen sus ojos”.
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