Illapa (Inca)
Illapa (palabra en quechua para designar al rayo; también conocido como: Apu Illapa, Ilyap'a, Chuquiylla, Katoylla, Intillapa o Libiac) era el dios del rayo, el trueno, el relámpago, la lluvia y la guerra.
Pese a que su nombre sugiere su entera relación con el fuego celeste, Illapa no era resumido a ser un dios del rayo enteramente. Al igual que otros dioses andinos, Illapa era poseedor de múltiples atribuciones. Sus atribuciones lo definían como el dios del cielo, de los fenómenos atmosféricos, de la guerra, etc.
El dios Illapa no solamente encarnaba la energía pura del rayo sino que encarnaba al cielo y los fenómenos atmosféricos originados en la bóveda celeste. Como divinidad soberana del clima, estaba en su voluntad las condiciones óptimas para la vida. A manera de hacer escarmentar a la humanidad, la divinidad manifestaba su decepción enviando catastróficas granizadas, tormentas e inundaciones para aniquilar a los transgresores y acabar con los cultivos que son la base del sustento del imperio. De lo contrario, la divinidad proveerá la caída del liquido celeste para la fertilización de la Tierra y, de esta manera, las cosechas y cultivos pueden considerarse fructíferos. Este último punto vincula a la deidad celeste con la agricultura y la fertilidad.
Otra de las atribuciones destacadas de Illapa era la guerra, puesto que su figura jugaba un papel primordial en contextos bélicos. Illapa fungía como el principal numen protector de las campañas militares incas durante la expansión del Tahuantinsuyo.
A raíz de sus antedichas facultades, Illapa fue considerado el tercer dios más importante dentro del panteón incaico. Su culto era superado solamente por el culto consagrado al dios Viracocha e Inti.
A Illapa se lo representa como un imponente hombre de brillantes vestiduras de oro y piedras preciosas que habitaba en el mundo superior. Asimismo, Illapa era poseedor de dos poderosas armas divinas: una warak'a y una makana de oro. Dichas armas simbolizan su soberanía sobre el cielo, el clima y su facultad como dios bélico dentro del imperio. Según el cronista Bernabé Cobo, otra representación que los incas le daban a Illapa era la de un guerrero formado por estrellas en el mundo celestial.
Sus ritos tomaban lugar en las más altas montañas, pues creían que Illapa habitaba en ellas. Sus ritos consistían en danzas, cánticos, fiestas y sacrificio de animales (en periodos de suma necesidad, también se efectuaban ofrendas humanas). Al igual que otros dioses incaicos, Illapa era un dios poliforme, es decir, podía transformarse y aparecer bajo cualquier forma; no obstante, la divinidad tenía un predilección por manifestarse en el mundo terrenal bajo la forma de un puma o un halcón.
Existe una leyenda que rezaba que Illapa guardaba agua que sacaba de la Vía Láctea en un urpu y se lo entregaba a su hermana Mama Quilla para que la cuidase. Al llenarse dicho urpu, Illapa lanzaba un proyectil de su huaraca al aribalo produciendo un estruendo que provocaría el trueno, el rayo vendría a ser las chispas producidas por el impacto y finalmente la salida del agua sería la lluvia.
Se dice que los incas, para atraer la atención de la deidad para que esta produjera la lluvia, amarraban perros negros y los dejaban sin comida ni bebida. Pasaría un tiempo en el que estos animales empezarían a sollozar de dolor por hambre y sed. Esto hacía que el dios Illapa se apiadase de ellos y mandara la lluvia para evitar sus muertes. También se menciona que si los perros llegasen a morir, esta deidad demostraba su furia mandando un poderoso rayo que se encargase de fulminar sin dejar rastro de los culpables de la muerte de dichos animales.
Illapa tenía lugar en el Coricancha así como el dios Inti y otros dioses adicionales. La iglesia de San Blas (Cuzco) fue edificada sobre un templo en la que se rendía culto a este dios. Se cree que Sacsayhuamán habría sido usado tanto como fortaleza militar como templo ceremonial, dedicado a varias divinidades entre las que destacaba Illapa. Según el cronista Cristóbal de Molina, Illapa tenía su propio templo, el cual era conocido como Pucamarca.
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