Huirachocha (Inca)
Huiracocha (en ortografía quechua: Wiraqucha) era considerado como el esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad, fue la primera divinidad de los antiguos habitantes andinos, a saber, los habitantes de Chavín, Huari y especialmente los tiahuanacos, que provenían del lago Titicaca. El culto al dios creador supuso un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado solo a la nobleza.
Viracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada. Según los mitos, surgió de las aguas y creó el cielo y la tierra. Tenía un compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago sabedor de la actualidad y del futuro. Este pájaro mago no es otro que el Corequenque de las tradiciones orales, el picaflor de oro, mensajero de los dioses, cuyas plumas servían para la mascaypacha o corona del emperador Inca.
Viracocha es representado con dos varas, que al parecer eran realmente estólicas (propulsalanzas) o warak'as (hondas gigantes andinas).
Aparte del gran Viracocha y su corte terrenal de Amautas, o sabios y primeros sacerdotes y administradores, el segundo cordón de clérigos, la nobleza militar y los ayllus o gremios, regidos hasta en su más mínimo movimiento por la ley del Inca, el pueblo llano tenía su panteón con otros dioses menores, a los que probablemente le resultaba más sencillo y cercano dirigirse en busca de favores y soluciones.
En total, y según algunas tradiciones orales, Viracocha, el primer Sol del mundo antiguo (Ñawpa pacha), el creador con su corte, tuvo cuatro hijos: Kon o Wakon, Mallko, Vichama y Pachacámac. También guardan relación con los cuatro hermanos del mito de los hermanos Ayar, uno de los mitos de la creación del Imperio inca.
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